Las capitales del subcontinente indio siempre estuvieron en el Norte, a los pies del Himalaya y en las inmediaciones de las fuentes del río Ganjes. Esas montañas inspiraron a los grandes pensadores místicos a la elevación espiritual. Eran considerados "dioses", lo cual quiere decir: LA VIDA DEPENDE DE ELLOS, porque son los grandes diseñadores del clima, y hacen posible -o no- la supervivencia.
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